👤

de que manera se apoderó España de los productos americanos​

Respuesta :

Respuesta:

América ofreció al mundo europeo una variedad de productos hasta entonces desconocidos pero, a su vez, recibió especies inexistentes en el nuevo mundo.  Las especies vegetales domesticadas que América ofreció a Europa constituyen el 17% de todas las cultivadas en el mundo.  En Europa muchas de ellas pasarían a incorporarse a la dieta cotidiana de sus habitantes.  La patata fue aceptada más lentamente que otros productos tropicales pero, aún así, llegaba a los países del norte de Europa a fines del siglo XVI.  Pronto se convirtió en el componente principal de la dieta de los pobres, y en el siglo XVII las hambrunas pudieron ser superadas gracias a ella.

El maíz, demostrada su capacidad para alimentar poblaciones densas, fue aceptado rápidamente por los europeos.  La batata, boniato o camote, de rápido crecimiento y producción elevada, se introdujo en España al principio como golosina, se vendía en trozos y confitada y se le atribuyeron propiedades afrodisíacas.  Otras plantas de rápida difusión fueron los frijoles, el cacahuete, los tomates, los pimientos, el chile o ají, las chirimoyas, aguacates, piñas, mamey, papaya y otros frutos tropicales.

Entre las plantas medicinales se adoptaron la quina, la zarzaparrilla y otras.  La aceptación del cacao con el que mayas y mexicas fabricaban el preciado chocolatl, fue muy rápida; y junto con él fue transmitida la utilización de la vainilla.

 El tabaco no cosechó una rápida acogida, en el siglo XVI se afirmaba que tenía virtudes curativas contra diversas enfermedades; pero finalmente se convirtió en importante consumo social y cuyo origen se debe buscar entre los indígenas americanos. Desde principios del siglo XVII, el uso de tabaco se había extendido, a través de los marineros, a todos los pueblos portuarios europeos, donde los hombres más jóvenes adoptaron la moda. Los soldados de la Guerra de los Treinta Años, que utilizaban la hoja para paliar el frío, el hambre y el cansancio, contribuyeron a extender su uso. Las formas típicas de consumir tabaco en el siglo XVII, como fumar en pipa de cerámica y masticarlo, eran propias de campamentos del ejército y de tabernas, no del buen comportamiento en sociedad. No obstante, la moda del rapé perfumado del siglo XVIII, especialmente cuando se llevaba en una elegante cajita, creó una forma de consumo de tabaco aceptable entre las damas y los caballeros de la más alta alcurnia.

La creciente popularidad de la planta atrajo, de forma inevitable, la atención de los ministros de Finanzas, que pronto descubrieron que la demanda de este "vicio" soportaría gravámenes de varios cientos por cien. A finales del siglo XVII, con el fin de asegurarse las recaudaciones deseadas, la mayoría de los países europeos habían convertido el tabaco en monopolio de la Corona, prohibiendo o restringiendo severamente el cultivo doméstico.  

La caña de azúcar, llevada por los españoles, tendría un rápido rendimiento en las islas del Caribe y en Centroamérica. Durante la antigüedad, el azúcar constituyó una rareza exótica. Hasta finales de la Edad Media, su uso fue extremadamente restringido y se despachaba "sólo en las farmacias", a un precio que se correspondía con las virtudes curativas, casi milagrosas, que la imaginación le atribuía. Su propio uso como medicamento desacreditaba al azúcar como alimento y, a su vez, era clasificado en la categoría de las drogas sospechosas.  

El azúcar fue adquiriendo en la cocina occidental el papel de condimento universal. Contribuyó, asimismo, a vulgarizar el uso del café, del té, del chocolate y de toda una serie de bebidas calientes o refrescantes de las que corregía su amargura y acidez manteniendo su perfume. También proporcionaba la posibilidad de endulzar los frutos muy agrios, de mejorar los vinos flojos y de preparar licores. Sus propiedades antisépticas se utilizaron para preparar conservas, confituras y frutas confitadas. En un palabra, el azúcar se convirtió, ya a fines del siglo XIX, en un ingrediente que se prestaba a las combinaciones más diversas y en las que el gusto, sinónimo de dulzor, se asocia con el placer.

El pavo comienza a popularizarse en Europa desde el primer cuarto del siglo XIX. En la mayor parte de Europa, el "gallo de indias", fue hasta hace unas décadas el exquisito plato con el que las clases medias celebraban el ágape de Navidad, Consiguiendo así una producción en masa.