Respuesta:
Hoy aun se pueden ver, en Berlanga, los restos de algunos muros inacabados. Es patente la sencillez de su sepultura, que demuestra la falta de ostentación que le acompañó durante toda su vida, y por la recomendación que dejó escrita en su testamento: “y no quiero que por mi ninguno traiga luto”.
Explicación: