Respuesta :
(Si te refieres a qué signos debería llevar este texto)
... Aureliano escapaba al alba y regresaba a la madrugada siguiente, cada vez más excitado por la comprobación de que ella no pasaba la aldaba. No había dejado de desearla un solo instante. La encontraba en los oscuros dormitorios de los pueblos vencidos, sobre todo, en los más abyectos y la materializaba en el tufo de la sangre seca, en las vendas de los heridos, en el pavor instantáneo del peligro de muerte a toda hora y en todas partes. Había huido de ella tratando de aniquilar su recuerdo, no solo con la distancia, sino con un encarnizamiento aturdido que sus compañeros de armas calificaban de temeridad, pero mientras más revolcaba su imagen en el muladar de la guerra, más la guerra se parecía a Amaranta.