Respuesta:
La mezclilla azul
Hay se encontraba a la entrada de la cocina el perro gustoso por el hueso que mordía mientras el pequeño niño suplicaba solo un trozo mas y su madre divertida ante tal arrebato le obsequiaba el suculento pedazo de carne no sin antes decir:
-cómelo todo cariño hasta que te sientas satisfecho-.
Aun lado el perro mordisqueaba el hueso del cual aun colgaba un poco de carne envuelta por tirones de mezclilla azul.