Respuesta :
Mejora la autoestima, confianza y seguridad.
Crece el conocimiento mutuo y la comunicación familiar.
Genera aprendizajes recíprocos: ellos aprenden de nosotros y nosotros de ellos.
Permite desarrollar habilidades sociales.
Ayuda a liberar estrés y tensión.
Mejora el clima familiar y se tienen mayor comprensión.
Fomenta el desarrollo de los niños: físico, social, afectivo y cognitivo.