El tributo indígena era impuesto pagado por los naturales de América a la corona española o su sucesor, el estado republicano, con un carácter personal, en virtud de su condición jurídica de vasallos o ciudadanos libres.
Del siguiente texto identifica a que institución económica pertenece los ingresos de la Corona:
"Esta institución establecía que por cada territorio donde habitaran grupos indígenas era obligatorio enviar a algunos de ellos a trabajar en divesas actividades económicas como en minas, haciendas, trabajos de alto riesgo para los trabajadores".