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¿En qué aspectos se parece , y en cuáles se diferencia , una familia romana de una en la actualidad?

Respuesta :

Respuesta:

FAMILIA ROMANA

La familia romana fue una institución de la antigua Roma, presente en el ámbito social y jurídico, que estaba compuesta por todos los que vivían bajo la autoridad del cabeza de familia o pater familias.

FAMILIA ACTUAL

Las familias actuales se caracterizan por asumir cada vez más responsabilidades que incluyen de manera activa al padre y madre en las rutinas y cuidados del hogar.

¿Qué diferencias o similitudes encuentras entre la familia romana y la actual?

Respuesta:

La familia romana, a diferencia de la familia europea actual estaba constituida no sólo por los padres, hijos y parientes, sino que también formaban parte de ella todos los que estaban bajo la autoridad del paterfamilias, incluyendo los esclavos. No en vano, la palabra familia está emparentada con famulus, “esclavo”

Explicación:

El paterfamilias era el hombre que no

dependía de nadie y del que todos dependían. Tenía

el derecho de la patria potestas, derecho que le daba el poder absoluto sobre las personas y los bienes

de la familia: tenía poder de vida y muerte sobre las personas que estuviesen bajo su poder, podía

venderlos, condenarlos a muerte, no aceptar a los recién nacidos y abandonarlos. A pesar de tener el

poder de vida y muerte, algunos padres romanos se caracterizaban por el amor y respeto a sus hijos.

El parentesco válido legalmente dentro de la familia no era el parentesco físico o vínculo

sanguíneo (cognatio, -onis) sino el parentesco civil (agnatio, -onis), el hecho de depender todos de una

misma autoridad. El paterfamilias acogía en su familia al hijo nacido de su mujer si lo creía conveniente

y esta acogida era más importante que el hecho de haber nacido, ya que el hijo podía ser rechazado y

abandonado a su suerte. El paterfamilias también podía adoptar hijos de otra familia (adoptio, -onis)

que pasaban legalmente a formar parte de la suya propia por derecho.

2. La situación de la mujer

En la vida familiar, la mujer tenía encomendadas tres tareas: cuidar de la casa, dar a luz a los

hijos y criarlos y confeccionar la ropa de los miembros de la familia. En las familias acomodadas la

madre de familia (matrona) solía contar con la ayuda de un buen número de esclavos y esclavas.

La mujer romana no tenía los mismos derechos que el hombre, estaba discriminada: nunca se

emancipaba, ya que siempre dependía jurídicamente de un hombre; carecía de derechos políticos,

puesto que ni podía votar ni presentarse a cargos públicos y, en general, recibía menos formación. En

cambio, desde el punto de vista social y moral era muy respetada y poseía gran autoridad.

El poder sobre los hijos (Ovidio, Metamorfosis 9,669-684)

En efecto, en otro tiempo la tierra de Festos, colindante con el reino de Cnosos, había alumbrado a un

desconocido de nombre Ligdo, un hombre de la plebe con derecho de ciudadanía; y su patrimonio no era

mayor en él que su nobleza, pero su vida y rectitud no tuvieron mácula. Con estas palabras dio él

consejos a los oídos de su grávida esposa cuando ya estaba muy cerca el parto: "Dos son las cosas que

yo deseo: que te aligeres de tu carga con el más pequeño dolor y que des a luz un varón. Más gravosa es

la otra alternativa y la fortuna niega las fuerzas; así pues, si por casualidad, cosa que yo rechazo con

horror, llegas a dar a luz una hembra en tu parto (te lo pido a mi pesar; perdóname, amor paterno), que

se le dé muerte." Había dicho, y bañaban su rostro con lágrimas derramadas tanto el que daba las

órdenes como aquella a la que se le daban las órdenes; pero no obstante reiteradamente Teletusa ruega

a su marido con inútiles súplicas que no le coarte sus esperanzas; es firme para Ligdo su decisión.

Un padre ejemplar (Horacio, Sátiras 1,6, 65-78. 89. 93-96)

Claro que, si mi naturaleza está estropeada por vicios medianos y pocos, pero por lo demás está bien

(como si criticaras pecas dispersas en un cuerpo sobresaliente), si nadie me puede acusar de avaricia,

mezquindad o de ir a burdeles cutres, si (para que nadie me haga la loa) llevo vida pura e inocente y mis

amigos me aprecian, de esto la causa fue mi padre, que, pobre de magro terrenito, no quiso enviarme a

la escuela de Flavio, adonde iban grandotes niños de grandotes centuriones con cartera y tablilla

colgada del brazo izquierdo, y los ocho sestercios del mes cada día primero, sino que se llevó a su niño a

Roma para enseñarle las artes que cualquier caballero o senador enseña a sus propios vástagos. (...) En  

mis cabales nada podría reprochar a un padre así. (...) De hecho, si Natura ordenara a partir de un

número de años rehacer el camino del tiempo vivido y elegir, según el amor propio, otros padres, los que

cada uno deseara para sí, yo contento con los míos, no querría escoger unos distinguidos con fasces y

sillas curules...