Respuesta:
Por muy diferentes que eran los ratones y los liliputienses, tenían algo en común: cada mañana, se colocaban sus atuendos y sus zapatillas de correr por el laberinto en busca de su queso favorito. A pesar de todo, Fisgón, Escurridizo, Hem y Haw terminaron por encontrar el camino hacia lo que estaban buscando.