Respuesta :
Esta cita significa que el problema real de la humanidad no es la amenaza de una guerra nuclear, sino el hecho de que la gente tiene un corazón egoísta e insensible.
En el contexto actual, esta cita puede significar que el verdadero peligro no viene de las armas nucleares en sí, sino de la ambición y la codicia de los líderes mundiales.