Respuesta :
Los vikingos estaban organizados en numerosas unidades políticas independientes que dominaban pequeños territorios de Escandinavia. Cada una estaba liderada por un jarl o conde, que solo tenía autoridad sobre un centro urbano y las zonas circundantes.
La cabeza del Imperio carolingio era el emperador, que concentraba en sus manos el máximo poder militar, judicial y legislativo. Para las funciones administrativas, el emperador se apoyaba en una corte, dirigida por un chambelán, que se encargaba de los asuntos del palacio, entre otros.