Respuesta :
Nos cuesta el cambio y cuando ocurre nos adentramos en fases algunas incómodas. En la medida que entendamos cuáles son, podremos acelerar su proceso y por supuesto, la salida. Dichas fases son similares si nos enfrentamos a un nuevo trabajo, a una nueva relación afectiva, una enfermedad o a una pérdida, aunque lógicamente la profundidad de la curva y su duración será bien distinta. Lo hemos recogido en una bonito gráfico, pero por supuesto, nunca es tan lineal. Hay días que nos sentimos fuertes y avanzamos a paso de gigantes; y otros, parece que retrocedemos kilómetros atrás. Pero es normal. Así son nuestras
