Respuesta :
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Un dÃa me subà a un barco y me fui. No lo tenÃa planeado, simplemente me levanté, desayuné, vi que hacÃa sol y fui al puerto con todo el dinero que me quedaba. Allà le compré el barco a un viejo y fui hacia el sur. Se llamaba Cocodrilo. El barco, no el viejo. Pasadas unas horas, sentà hambre. Busqué en la bodega y encontré una cuerda, una caña de pescar y unos trapos. En una esquina habÃa una arañita. La puse en la caña y la eché al agua. Algo picó, tiraba fuerte. DebÃa de ser grande. Yo también tiré y caà al mar. El barco se alejó rápido, habÃa corriente. Recuerdo que el agua estaba frÃa al principio pero luego cada vez sentÃa menos. Al final, no sentà nada. Nada. Nada...
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